Tanto los ciudadanos americanos como los residentes permanentes legales pueden pedir para sus esposos/as una tarjeta de residencia permanente también conocida como Green Card.
Cada año, más de 450.000 ciudadanos de los Estados Unidos se casan con extranjeros y tramitan para ellos la obtención del estatus de residencia permanente en los Estados Unidos, o Green Card. Los cónyuges de los ciudadanos de los EE.UU. son considerados “familiares inmediatos” según las leyes de inmigración, por lo que son excluidos de toda limitación numérica de cuota.
Sin embargo, los residentes que solicitan la Green Card para sus esposas/os tienen asignado un cupo máximo de residencias por año y como el número de solicitudes es superior a las disponibles se produce una demora de 20 a 26 meses aproximadamente.
El matrimonio es una de las formas más rápidas de obtener la residencia, si bien es más rápido en el caso de peticiones hechas por ciudadanos que las solicitadas por residentes.
Después de casarse, los ciudadanos americanos al pedir los papeles para una tarjeta de residencia para sus esposos/as extranjeros puede tomar de 4 a 8 meses que es el tiempo en que se hace el siguiente trámite:
Trámite para ciudadanos de residencia por matrimonio
- Se ingresa la solicitud con el formulario I 485
- Lo citan para tomar las huellas digitales
- Pide su Seguro Social
- Se pide la cita final a la que asiste con su esposa/o a una oficina de inmigración en la ciudad donde reside.
Los residentes permanentes para pedir la Green Card para sus esposos/as deben seguir tres pasos:
- Petición al Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés)
- Espera a que el boletín de visas informe que hay visas disponibles
- Procesamiento consular, si el esposo/a que se pide está fuera de Estados Unidos. También es posible un ajuste de estatus cuando el cónyuge extranjero esté legalmente en Estados Unidos.
Tiempos de espera residencia permanente
Lo tiempos de espera para las respuestas a las solicitudes de residencia permanente presentadas pueden variar por la cantidad de trabajo que tengan las oficinas del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) y también por problemas que puedan surgir debido a errores y dificultades durante el trámite de petición. Por lo que es muy aconsejable estar asesorado durante todo el proceso por un abogado de inmigración.