Los términos “residente permanente” y “ciudadano estadounidense” a menudo se confunden entre sí. Aunque ambos confieren derechos para vivir legalmente en los Estados Unidos, tienen significados muy diferentes.

Las diferencias en derechos entre un ciudadano americano y un residente permanente legal son numerosas y de gran importancia, por lo que requieren conocerse a cabalidad y evitar situaciones de quebranto a la Ley.

La residencia permanente permite que un extranjero viva y trabaje legalmente en Estados Unidos pero no le da los derechos que sólo pueden tener los estadounidenses.

DERECHOS QUE SÓLO TIENEN LOS CIUDADANOS ESTADOUNIDENSES

  • Votar en elecciones nacionales para elegir presidente de los Estados Unidos, senadores y congresistas. Este derecho se mantiene en la mayoría de los casos aun cuando el ciudadano reside habitualmente en otro país; es decir, los expatriados pueden votar.
  • Tener acceso a ciertos empleos limitados a ciudadanos.
  • Ser elegido representante de los ciudadanos.
  • Actuar como jurado en juicios civiles o penales.
  • Como ciudadano, puede solicitar a familiares en más casos y en menor tiempo para que emigren a los estados Unidos:

Su cónyuge, hijos solteros menores de 21 años y padres serán considerados familiares inmediatos y no tendrán que esperar para recibir el estado de residencia  permanente por lazos familiares, más allá del tiempo de procesamiento de la petición y entrevista.

Sus hijos casados ​​e hijos mayores de 21 años, así como sus hermanos y hermanas, se consideran parientes preferidos y pueden ser puestos en una lista de espera para inmigrar. El período de espera para los hermanos puede ser de varios años.

Se debe recordar que para solicitar la residencia permanente por lazos familiares para padres o hermanos los ciudadanos deben haber cumplido los 21 años de edad.

  • Pueden vivir en el extranjero sin límite de tiempo.
  • Los ciudadanos americanos si cometen crímenes o faltas, son responsables penalmente y/o civilmente, pero no pierden derecho a vivir en Estados Unidos.
  • La ciudadanía no se tiene que renovar, es para toda la vida. Sólo se pierde en casos extremos o por actos voluntarios expresos.
  • Sólo los ciudadanos pueden pedir una visa para sus prometidos extranjeros (visa K1) La finalidad tiene que ser casarse en los Estados Unidos.
  • Son estadounidenses y tienen derecho al pasaporte americano los hijos de ciudadanos nacidos en el exterior, salvo con ciertas limitaciones.
  • Esto último significa que pueden transmitir su ciudadanía a sus hijos sin importar su lugar de nacimiento. Es lo que se conoce como derecho de sangre.

¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS CON LOS RESIDENTES?

  • Los residentes sí tienen que tener cuidado con el tiempo que pasan fuera de Estados Unidos, ya que pueden quedarse sin la residencia.
  • Los residentes permanentes siguen siendo ciudadanos de otro país. Por lo tanto, cada vez que viajen fuera de los Estados Unidos, deben llevar el pasaporte de ese país, así como su tarjeta de residencia. Utilizarán su tarjeta verde para volver a ingresar a los Estados Unidos.
  • Los residentes  pueden ser deportados si cometen ciertos delitos o violaciones de seguridad, o incluso no informan a USCIS de sus cambios de dirección, pueden ser colocados en un proceso de deportación y ser deportados de los Estados Unidos .
  • Los residentes permanentes pueden solicitar residencia permanente por lazos familiares solo para sus parientes más cercanos: conyugue e hijos solteros pero los miembros de su familia serán considerados “parientes de preferencia”, lo que significa que solo hay un número limitado de visas de inmigrante disponibles para las personas en esta categoría por año, por lo que es probable que pasen muchos años en una lista de espera antes de poder ingresar a los Estados Unidos y obtener una tarjeta verde.
  • Otra diferencia entre los ciudadanos y los residentes permanentes es que ciertos beneficios sociales como los cupones de alimentos y Medical-id aplican de manera distinta a residentes y ciudadanos.
  • La green card debe ser renovada cada 10 años.
  • Después de un cierto período de tiempo de tener la residencia permanente, cinco años en la mayoría de los casos, y haber demostrado un buen carácter moral, haber aprendido a hablar y a escribir en inglés y además aprobar un examen sobre la historia de los Estados Unidos puede aplicar a la ciudadanía estadounidense.